Thursday, April 10, 2008

La inexistencia del infierno

Que a usted le digan a una edad adulta que el coco no existe y que solo le hacían creer que vendría para que usted se durmiera, pasa y queda. Pero que la religión en la que cree, y por la que va a misa todos los domingos y a la que aporta abnegadamente su limosna, diezmo o como prefiera llamarle, le salga con la vacilada de que el infierno no existe, y que de existir no sería ardiente, sino todo lo contrario, extremadamente frío, es un fraude y de grandes proporciones. En las líneas siguientes intentaré explicar mejor mis razones.

Resulta que la iglesia católica durante siglos defendió la creencia de que existía un lugar llamado infierno, este lugar era donde las almas eran atormentadas por siempre. Las personas que cometieran alguno de los llamados siete pecados capitales se harían merecedoras de estar en este lugar, donde además habitaba el mismísimo diablo. En los años del oscurantismo y de la santa inquisición, la iglesia católica se enriqueció y se llenó de poder pues vendía indulgencias. Es decir que aquel que no quisiera pisar el infierno y tuviera dinero e influencias se compraba una de estas y se ahorraba tan tormentoso destino.

Ahora la iglesia católica nos sale con que siempre no. Según Gianfranco Ravasi, presidente del Pontificio Consejo de la Cultura del Vaticano "el infierno no debe ser figurado en las llamas sino en el hielo, porque es la ausencia del amor, el terror y el rechinar de dientes". "El infierno puede ser visto como una reliquia del pasado, del periodo paleolítico pero en realidad es particularmente importante en el mensaje cristiano". Explica tan eminente católico. Este señor basa su teoría en que es necesario que exista esta imagen pintoresca y folclórica del infierno, pues de otra manera "no tendría sentido el Dios de la justicia". Argumenta. Bueno, quizá ellos piensen que Dios necesita infundir temor o tener una antítesis para que la gente ejerza fe en Él. Allá ellos. Sí leyeran un poco de las Santas Escrituras del Dios en que dicen creer sabrían que el es amor y no manipulación o temor ( 1 Juan 4:8).

Pero en fin, no quiero desviarme de la parte importante del tema. Así que me permitiré analizar las dos partes que considero importantes de lo dicho por el señor Ravasi:

1:- El infierno sí existe a diferencia de lo que él cree. En efecto, pero no de la manera en como su iglesia lo hizo saber. El infierno no es un lugar de tormento. Infierno proviene del hebreo "se´ohl" y del griego "hai´des". Esta palabra y su equivalente tanto en hebreo y griego no significan lugar de tormento, más bien sepulcro. Pero hay que advertir que no es el sepulcro o tumba de una persona en particular, sino más bien el sepulcro común de la humanidad muerta. El fiel Job en su tiempo ya hacía mención a este respecto. En la biblia se dice que Job era "Un hombre sin culpa y recto, temeroso de Dios y apartado del mal" (Job 1:8). Así que él no merecería ir a ningún lugar de tormento ¿verdad? En el libro de Job capítulo 14 versículo 13 se dice que él oró a Dios y le preguntó lo siguiente:
¡Oh que en el Seol -infierno- me ocultaras,que me mantuvieras secreto hasta que tu cólera se volviera atrás,que me fijaras un límite de tiempo y te acordaras de mí!
¿Sí el infierno no existiera, como podría pedir alguien ir ahí? Y si existiera, pero fuera un lugar de tormento eterno ¿No sería un disparate pedir a Dios que nos enviara a esa parte?.

2:- Una vez demostrado que el infierno si existe y que es una locura pensar que es un lugar ardiente, también hay que decir que defender la teoría de que hay que figurarlo en hielo pues este lugar representa la ausencia del amor y el terror, es digno de orates. Como ya he explicado, el infierno -"seol" o "hades"- es el sepulcro común de la humanidad muerta.Al haber en ese lugar solo almas muertas, ninguna es capaz de sentir amor o no. Mucho menos terror o cosa semejante. Además, la Biblia, la palabra de Dios, explica claramente la situación en la que se encuentran los muertos:
Porque los vivos tienen conciencia de que morirán; pero en cuanto a los muertos, ellos no tienen conciencia de nada en absoluto, ni tienen ya más salario, porque el recuerdo de ellos se ha olvidado (Ecl 9:5).
Todo lo que tu mano halle que hacer, hazlo con tu mismo poder, porque no hay trabajo ni formación de proyectos ni conocimiento ni sabiduría en el Seol, el lugar adonde vas. (Ecl 9:10).
Sale su espíritu, él vuelve a su suelo;en ese día de veras perecen sus pensamientos (Sal 146:4).

3:- No solo los que hacen cosas malas van al infierno -o "seol"- todos los que morimos lo hacemos.

Recuerdo que cuando mi Papá me llevaba al centro y veíamos a un merolico tratando de vender algo a la gente -podía ser una pirámide o cualquier otro tipo de amuleto- él me decía: "no les creas son charlatanes, sólo dicen mentiras". De esa manera y cuando era sólo un niño, entendí que aquel que dice algo para obtener una ganancia y este algo no es verdad, el que lo dice es un charlatán.

No es la primera vez que la iglesia católica hace este tipo de engaños. De hecho, la inmensa mayoría de cosas en las que se fundamenta su fe son mentira. Explicar todas esas otras cosas lleva tiempo y doy mi palabra que lo haré en futuras entregas.
Por lo pronto espero que este artículo sirva para que por lo menos alguien abra los ojos y se de cuenta que la iglesia católica está llena de mentiras.