Tirándole a los 30

He estado leyendo mucho, de todo, eso es bueno. No he podido escuchar tanta música como hubiera querido. No he escrito poesía en estos meses y es que la inspiración simplemente no llega. Los treinta quizá tengan algo de culpa en esto. Me siento estable emocionalmente hablando, pero esto me hace también sentirme un tanto cuanto extraño. La estabilidad no es algo que haya abundado en mi vida. Pero no me molesta en lo absoluto, por el contrario, me agrada. El cabello lo llevo algo largo y estoy indeciso en si quiero cortarlo o no. De la barba ni hablamos, no la hay y es por cuestiones de trabajo. Quien ll dijera, en otro tiempo ni pensarlo. En fin, falta un mes para que lleguen a mi vida los 30