Sunday, February 20, 2011

Lo que creo

 

No considero que la solución al problema del narcotráfico sea una guerra –término propuesto por el gobierno y luego descatalogado por el gobierno mismo- prolongada, así como tampoco creo que lo sea la propuesta –si es que le podemos llamar así- de los “abajo firmantes”. Creo más bien que tendría que ser un pacto nacional, una suerte de acuerdo en que todos los sectores que componemos la sociedad estuviéramos dispuesto a colaborar sin mayor ambición ni interés que nuestra tranquilidad, tanto personal como colectiva. Y todo esto tendría que pasar primero, por llamar a las cosas por su nombre. Si las cosas están a este este punto trágico es porque todos lo hemos permitido. El gobierno por solapar y hacerse participe de la corrupción y la sociedad por ser apática ante el hecho y además –hay que decirlo- y participe también de esta.

No podemos seguir en la dinámica de ahora en la que el gobierno, por un lado, no acepta más verdad que la que ellos dicen y por el otro, los críticos al gobierno descalifican todos los actos de éste aun cuando hay notables aciertos. Mientras gobierno y sociedad se enfrasca en un “toma y daca”, los verdaderos enemigos de la sociedad se sirven a manos llenas, sembrando temor y desesperanza.

Por eso es conveniente y urgente que sociedad y gobierno entendamos que hay un deber que se antepone a todo otro interés y ambición. Este deber es el de poner orden en la casa. Hacer el trabajo que no será fácil, de traer de nuevo la tranquilidad. Debemos de entender –o quizá aprender- que sólo superamos retos cuando lo hacemos unidos. Es tiempo de entender que somos un país y no tan solo una extensión territorial donde habitan seres que ven por sus propios intereses.

Es cierto, quizá todo esto parezca sólo una carta de buenas intenciones. Pero esto es lo que creo, y lo quise compartir.