Friday, June 16, 2006

Antes de que inicie la locura...

O si ésta ya inició, en medio de ella. Quiero decir que el futbol es mejor que la política, de eso no me queda la menor duda. Pero en México la pasión por los colores de la selección nacional se confunde con estupidez. Hoy que el el partido contra Angola he oido a gente decir que ganaremos -como si los 103 millones jugaramos- por 7-1, 6-0, y más babosadas. Vamos, no es que el respetable equipo de Angola Tenga gran calidad. Pero hay que decirlo, ellos también serán once y lo más seguro es que jugarán con las mismas ganas o más...Así que por favor...vamos a ser sinceros como aficionados y como mexicanos. Tenemos un cuarto lugar en el ranking mundial de la Fifa, es cierto, pero hay que ser honestos, la Fifa mide de una manera muy extraña. Estamos por arriba de Argentina, De España...Ah, pero se nos olvida que al equipo dirigido por el señor La Volpe se le complica jugar contra europeos...ya sé que Angola no es de Europa...pero...todo puede pasar....ya ven que en los últimos tiempos hasta Estados Unidos nos ha faltado al respeto.

Otra cosa que me parece muy estúpida es eso de prender veladoras o ir a La Villa a rezar y pedirle a la Virgen de Guadalupe para que ganen nuestros ratoncitos verdes. Si todo fuera cuestión de rezar, para que hacer que los jugadores corran como locos durante 90 minutos, si basta con rezar...claro que no sólo hay que rezar...los jugadores deben de demostrar capacidad y salir a ganar. Jugar sin complejos y hacerlo por el gusto al futbol y no pensando en las promociones o en las primas económicas...Pero como eso no se da acá en México, como no somos una nación que está acostumbrada a ganar...si no en ocasiones...seguiremos soñando y disfrutando los triunfos ante equipos que no nos exigen mayor esfuerzo...

Así que si alguien lee esto...y es de esa gente que compró su veladora y rezó para que gane México...Acá lo espero cuando Portugal o Argentina u Holanda los baje de su nube en la segunda etapa...

Somos, estoy seguro, la nación que más sueña. Lo malos es que todo se queda en eso, en sueños.

Deeberíamos de institucionalizar el sueño, de convertirlo den deporte nacional...y no engañarnos con el futbol...

Wednesday, June 14, 2006

Un poema que se había quedado en el tintero virtual.

El Tenedor de Libros

No es fácil diseccionar con la tinta
y con los libros.
De pronto el silencio es sumamente absurdo,
todo parece ridículo por momentos.
El portafolios guinda al lado derecho, parece mi sombra.
Una sombra calva, con lentes y canosa -por supuesto-.
El viejo reloj apenas y alienta a las manecillas
el café es muy amargo,
el escritorio de madera, hay que decirlo,
que noble es.
Entre los cálculos y los balances se disuelve la melancolía
cómo el sustituto de crema que lacera los intestinos.
Siempre creí que los años corrían, que pasaban de largo,
hoy me retracto al descubrir que están acumulados en
el anaquel donde yacen los expedientes de las cuentas incobrables.
Cuando joven,
defendía la teoría de que todo es una combinación de dígitos
hoy, me resisto a aceptarlo.
Los números son fríos, crueles, insensibles.
Los números cargan la desdicha de muchos
y entregan la abundancia y el poder a unos cuantos.
Más de una vez fui testigo -involuntario, creanlo-
del acoso del gerente a los cuerpos jóvenes y femeninos
de esta oficina, las promesas siempre lastimeras pero necesarias,
un incremento de salario, ciertos privilegios, en fin.
Pequeñas cosas, que para el que carece de ellas, quizás parezca
una cierta riqueza.
Más de una vez vi rostros de veinte años ruborizados, dispuestos
a aceptar.
Esto son los números, la falta de escrúpulos, la coacción,
el chantaje.
Por eso me resisto a creer que todo sea una suma de dígitos.
El tango es más que eso, Mozart, Fellini, Marceu, Chaplin,
la poesía, tienen que serlo.
El arte.
Creo que mejor debería de hablar de otras cosas...

Pero ahora que lo pienso,
¿De qué otra cosa les podría hablar?
Sólo soy un tenedor de libros.
Durante cuarenta años he dedicado
9 horas diarias a esta labor.
Los libros saben más de mi
que cualquier persona.
¿Qué puedo decir que no tenga que ver
con activos y pasivos, con el debe y el haber?
Bueno, ahora que lo recuerdo, quizás si pueda contarles algo.
Hasta ahora no había nombrado a la ventana
que está junto a la pequeña cocineta donde se bebe café
y a la que acudo varias veces al día.
Esa ventana ha sido una buena amiga, me ha servido como distracción
durante tantos años y me ha permitido ver tantas cosas
en todo este tiempo.
Algunas de ellas: la construcción del metro, la manifestación
de estudiantes que reprimió la policía y el desfile
de no más de treinta prostitutas que exigían respeto
para su manera de ganarse la vida.
He de confesar que de vez en cuando, también miraba a una chica
pero de eso hace ya muchos años.

En fin, que cosas podría decirles.
Tantas que no acabaría, me llevaría quizá otra vida
y un poco más para hacerlo.

Este tenedor de libros mira el reloj
y sabe que es hora de marcharse.
La jornada ha concluido.



14/06/06

Monday, June 12, 2006

La huelga de las quimeras.

No sé que pasa. Pero no viene nada a mi mente. Ni un poco de inpsiración siquiera. Qué cosa, yo que quiero hacer poseía...y las palabras que se me agotan. Pero todo es por culpa de las quimeras. Ellas se han apartado de quien esto escribe...y ya ven, como resultado quedo yo, así, en solitario, con esta frustración lacerante. Qué le voy a hacer, cuando no hay quimeras no se puede.

Monday, June 05, 2006

A propósito de las máquinas de escribir.

Recuerdo que una vez compré una máquina de escribir seminueva, por cierto estuvo muy barata, me costó algo así como 10 dolares. Una ganga. Pensé que me sería muy útil, ya que en esto de escribir, uno se lleva su tiempo, sobre todo si se hace con bolígrafo. Así que ya decía, compré la máquina en un puesto ambulante, con un cuate que también vendía películas y revista pornográficas, y que leía -para no perder el tiempo- algo de Faulkner. No hubo que regatearle mucho, pues utilicé mis viejos métodos de convencimiento: Nadie ta va a dar más por ella, ya está vieja...en fin, ustedes comprenden. Él, hay que decirlo, quería que yo le comprara la máquina, pues estuvo de acuerdo en lo que le ofrecí. Total que me alejé feliz de allí, con mi maquinita al hombro -pues ternía includia su mochila-. En eso vi una manifestación, cosa que me llamó la atención...Todo era lleno de colores ya alegría, nadie se quejaba, todos los participantes cantaban y bailaban. Era una marcha gay. No voy a caer en excesos, ni a describir demás las cosas -imaginenselo-. Pero si voy a decir que me uní al contingente -no porque sea gay, que conste,- Antes de llegar al Zócalo, ya me daban ganas de tirar la dichosa máquina de escribir. Para acabr pronto, terminé bien borracho, en la plancha del Zócalo, con una botella de ron de a 1 litro en mi mano izquierda. Que cosas tan locas puede llegar a hacer uno en la vida. En cuanto a la maquinita, llegó a la casa sana y salva, pero nunca la usé para escribir, nunca. Ni siquiera para un poema. Seguí haciéndolo con bolígrafo. No sé por qué. Quizá por flojera o por nostalgia. Por esas fechas escribí dos novelas. Como por esos días no tenía para una computadora, mis horas de sueño se reducían a tres o menos. Ahora que tengo computadora -de hecho dos- añoro esos días...bebía mucho café y escuchaba a Pedro Vargas...Me sentía muy romantico por aquellas fechas.

Cuanto se vive en tan poco tiempo. No cabe duda.

Friday, June 02, 2006

Estoy tratando de subir...

Un poco de audio a esta "Bodeguita", pero estoy viendo como podrá ser más fácil...En cuanto esto sea posible La Bodeguita tendrá su parte músical...ya verán, les gustará.