A 70 años de la Guerra Civil española.

Nadie te escribe ni un poema Miguel.
Nadie te canta una canción Grimau.
Así es España ahora, amigos.
No es aquella por la que lucharon, por la que combatieron
en los frentes, contra el fascismo.

La España de ahora, como buena madre,
ha sentado a todos sus hijos en la misma mesa.
El espectáculo es extraño y además injusto, pienso.

Codo a codo están tus nietos grimau, con los fraga,
¿Recuerdas? el que te asesinó.

Ahora ríen y beben juntos los traidores del "Opus Dei",
los herederos de Franco y los nietos de las Juventudes Comunistas.

Ahora esta España -hay que decirlo- es más próspera,
más moderna, un tanto más alegre.

Nadie en ella quiere voltear para atrás, por eso se olvidan de ustedes.
Se olvidan de tí Miguel, de tí Grimau.
Pero también se olvidan de Federico, de Durruti, de Alberti, y de tantos y tantos.
De León Felipe, y cientos de miles de combatientes anónimos; mujeres y hombres, niños y ancianos que ofrendaron su vida
por la República.

Esta España los olvida hermanos,
cierra los ojos, se cubre los oídos.
No quiere que los recuerdos le amargen su fiesta.
Pero en esos recuerdos están ustedes; los mejores hombres y mujeres
que ha dado esta tierra.

Sin embargo, este olvido no es motivo para estar tristes, llegará el día
en que esta tierra les de su lugar.

Algún día España dejará de lamerse la herida; pondrá fin a la fiesta
y dejará de beber con los asesinos.

Ese día se ondeará en todos los edificios la bandera republicana.