Tuesday, July 25, 2006

Ser de izquierda

Dedicado a mi familia

Ser zurdo y ser de izquierda es lo mismo. Bueno, en cualquier otro caso tal vez no, pero en el mío sí. En las siguientes líneas trataré de explicarlo -espero de verdad poder hacerlo-.

A lo largo de mis 26 años de vida he sabido de casos en que a los niños que nacen zurdos se les reprime, es decir se les obliga a escribir con la derecha. Nunca he entendido por qué, pero he oído las razones más estúpidas e ilógicas; hay quien incluso relaciona la facultad de ser "siniestro" con una presunta homosexualidad. En estos años también he conocido a muchos "gay" pero no estoy seguro que todos sean zurdos. Es más, yo creo que son los menos, pues existe mucho más gente diestra en el mundo.

Pero no es de las tendencias homosexuales entre los zurdos de lo que quiero hablar, si no de lo que da nombre a esta nota: ser de izquierda. En mi caso, puedo decir que me siento orgulloso de serlo y como dije, también soy zurdo. Así que se podría decir que yo milito en la izquierda por partida doble.

Al principio de todo esto decía que es lo mismo ser zurdo y ser de izquierda, creo que tengo razón, como ya lo dije he sabido de niños a los que se les obliga a desistir de su naturaleza siniestra, cuando uno crece esto no cambia, solo se transforma. El más claro ejemplo lo hemos podido vivir durante todos estos meses de campaña electoral en la que se disputa la presidencia de la república -México-.

La derecha echó a andar toda la maquinaria, utilizó cuanto recurso se pudo allegar. Se plantó en el campo de juego dispuesta a jugar un juego rudo, sin escrúpulos, sin ética y sin moral, de esa de la que tanto se jactan tener.

La derecha católica, apostólica y yunquista, se trajo a operadores extranjeros, especialistas todos ellos en armar campañas violentas y de terror, expertos tejedores de fraudes electorales -como en Florida, cuando Al Gore perdió le elección siendo que tuvo más votos-. Le derecha sabía que si quería retener el poder, tenía que recurrir a las mañas, pues de otra manera su derrota parecía impostergable.

Y así lo hicieron. Todos los días, todas las horas, prácticamente a cada momento, en la radio o en la televisión, la reacción anunciaba la catástrofe, el apocalipsis que nos sucedería si votábamos por la izquierda y su candidato. Frases como "un peligro para México" y "no votes por otra crisis" colmaban nuestros sentidos, hasta el hartazgo, hasta el fastidio.

Por si la campaña de miedo no fuera suficiente, el presidente decide convertirse en un promotor más de la campaña de la derecha y usa cuanta tribuna pública tiene a su alcance, en ésta advierte de los "mesías" que vendrán y que prometerán las perlas y la virgen. Que lástima, a nuestro flamante dirigente se le olvida que él no fue capaz de cumplir una sola de sus promesas de campaña. Sin embargo, debemos de agradecerle que nos advierta de "los peligros de los populistas, ésos que prometen y prometen y no cumplen", pero le hubiéramos agradecido a un más si esto nos lo hubiera dicho hace seis años, así, no viviríamos en eso que la sabiduría popular llama Foxilandia.

Pero ojalá y la campaña de terror se hubiera quedado solo en la tv y en la radio. Para nuestra mala suerte no fue así. La campaña sucia llegó a los periódicos y a la internet y a las cuentas personales de correo electrónico. Frases como "salva a México", "hazlo por tus hijos" y "si no apoyas luego no te quejes", invadieron las bandejas de entrada una y otra vez.

El colmo de todo esto me tocó vivirlo un día jueves por la tarde cuando en la oficina se apareció una chica bastante desaliñada, se podría decir que incluso sucia. Esta chica dijo que iba de parte del sector juvenil del Partido Acción Nacional -derecha- y que vendía "pulseritas" para recaudar fondos para su candidato Felipe Calderón. Yo respondí que no, que no me interesaba. Conociendo a la gente de derecha preferí no dar mayor razón, además la chica con trabajos y articulaba más de tres palabras. La chica enseguida hizo una reacción de asombro y me dijo que no lo podría creer, pero lo dijo gritando, de una manera bastante altanera. Ah, ya sé, -me dijo- lo que pasa es que vas a votar por "el Peje". Pero ándale, cómprame una playera -continuó-, se ve que tu eres bien inteligente. además si no me apoyas vas a ser lo que dice mi playera. Lo que decía la playera era: "No te apendejes, no votes por el Peje" -o sea por López Obrador, el candidato de la izquierda-. Ah, o sea que si voto por Calderón no soy pendejo, pero si no lo hago si lo soy ¿verdad? Así es. Respondió la chica riéndose de una manera cínica. Así menos te apoyo fíjate -le dije-, con ese nivel tan bajo. Cómo es posible que insultes a la gente por el simple hecho de no comulgar con tus inclinaciones políticas? ¿Y ustedes son los que se llenan la boca de decir que son demócratas? La chica no quiso oír mi réplica, salió de la oficina echando diablos y demostrando cuan intolerante puede llegar a ser la reacción.

Por eso digo que ser zurdo y ser de izquierda es lo mismo. Cuando somos zurdos -escribimos con la mano que no es la derecha- nos quieren hacer diestros a fuerza. Cuando somos de orientación ideológica de izquierda nos acechan con propaganda de derecha y si no les hacemos caso, hasta pendejos nos llaman. Que patético es todo esto. Me doy cuenta con tristeza que la derecha le ha copiado los métodos facistoides a las iglesias protestantes, ésas que te dicen que solo estando con ellas estarás salvado.

Por mi parte no hay problema, estoy curtido. Tengo felices 26 años en la izquierda y así pienso seguir, los ideales no se negocian.

2 comments:

Anonymous said...

Pero ser zurdo no es lo mismo ser de iskerda. Además TODOS los partidos políticos fueron inventados por los Diestros. Además, si es ke tienes conocimiento de esto, los diestros son dirijidos por el Hemisferio Iskerdo del cerebro, por lo cual son locuaces en pensar de modo analítico, calculador, racional, lójico, reglamentario, sistemático y secuencial.
En cambio los zurdos (de verdad) son dirijidos por el Hemisferio Derecho, por lo cual son determinados a pensar de modo sintético, concreto, globalizado, analójico, imajinativo, metafórico, espontáneo, musical y simultáneo.
Yo soy zurdo y no me meto en asuntos políticos, por lo ke suelen decirme El Neutro.

Alejandro Arrieta said...

Y aparte de neutro, no sabes escribir, pero en fin, gracias por tu comentario